¿Qué es un desgarre muscular?
- Es un traumatismo anatómico más importante que la elongación y que puede revestir dos grados principales de gravedad: la distensión y la ruptura parcial. En la distensión se desgarran algunas micro fibras a partir de un esfuerzo brusco, produciendo la sensación de un corte o de un latigazo; el dolor queda focalizado y suele surgir un hematoma varias horas después. En la ruptura parcial, el número de micro fibras desgarradas es mucho más importante
Síntomas
-Dolor repentino, agudo e intenso, localizado en un punto muy concreto.
-Imposibilidad de hacer cualquier movimiento con ese músculo.
-Hematoma aparatoso, debido a la hemorragia interna.
-Si el dolor es muy intenso puede aparecer un componente de shock, con mareo y sudor frío, pero esto es menos frecuente.
¿Qué los causa? Causas directas:
- Las causas generales son contracciones violentas del músculo, o estirones súbitos y bruscos. También se puede producir cuando se somete éste a una carga excesiva cuando está fatigado o no se ha calentado lo suficiente. Los músculos que han sufrido recientemente lesiones de cualquier tipo, que aún no están curadas del todo, tienen también bastantes posibilidades de sufrir una ruptura. Causas externas, como golpes o caídas, también pueden originar esta lesión.
¿Qué hacer en caso de un desgarro?
- Aplicar hielo sobre la zona afectada. Ha de mantenerse el frío durante unos 10 o 15 minutos.
-Colocar un vendaje compresivo alrededor del músculo por unos 20 minutos, después de esto se quita el vendaje y se deja descansar 5 minutos más y se vuelve a colocar.
-No se debe aplicar calor. Reposar al menos una semana, antes de reanudar el ejercicio físico.
-Aunque no se llegue al extremo de no poderse mover, si 24 horas después continúa la inflamación y el dolor fuerte, conviene ir al médico.
-No debe efectuarse masaje alguno al momento de sufrir el desgarro.
-A partir de la segunda semana, una vez desaparecida la hemorragia, se puede practicar termoterapia, ultrasonidos, laserterpia, así como masaje de las inserciones, desfibrosante y amasamiento longitudinal.
-Entre la tercera y cuarta semana, se pueden intensificar los masajes desfibrosantes en la cicatriz y realizar estiramientos.
PREVENCIÓN:
Los momentos más delicados son al comienzo y al final de cualquier actividad física. Al principio, porque el músculo aún no se ha calentado lo suficiente y al final porque el cansancio y la deshidratación pasan factura.
Siempre hay que calentar bien antes de comenzar el entrenamiento. Conviene empezar con estiramientos para que el movimiento lleve a los músculos al punto óptimo.
Si se suda mucho, conviene beber algo durante la realización del ejercicio (mejor si son bebidas isotónicas), para mantener la hidratación.
No debe retomarse el ejercicio físico antes de seis u ocho semanas y siempre que se haya recuperado el 90% de la fuerza máxima, así como en ausencia de dolor en las pruebas de estiramiento y contracción.